El brote del nuevo coronavirus (COVID-19) en la ciudad de Wuhan ha puesto a prueba el sistema de gobernanza estatal de China y su capacidad de respuesta. De cara a desafíos extremadamente complejos, el presidente chino, Xi Jinping, viene comandando la lucha contra la epidemia, mientras todo el país se moviliza y toma medidas exhaustivas y rigurosas de control y prevención. Diferentes equipos médicos provenientes de otras provincias han sido organizados y enviados a Wuhan, se han levantado hospitales en tiempo récord para asegurar que todos los pacientes puedan recibir un tratamiento oportuno, e investigadores a lo largo y ancho del país ya están llevando a cabo la investigación y desarrollo (I+D) de nuevos fármacos y vacunas.

Desde el 3 de febrero, el número de casos sospechosos de infección del nuevo coronavirus se viene reduciendo fuera de Wuhan. Asimismo, a partir del 12 de febrero se ve una disminución del nivel de riesgo de todas las regiones fuera de la provincia de Hubei, mientras que las cadenas de producción de varias industrias han reanudado sus operaciones de forma normal.

De cualquier manera, los esfuerzos por contener la epidemia en Hubei aún afrontan un enorme desafío. Por ello, el Gobierno chino está empe?ado en mejorar su capacidad de prevención y control, al igual que la gestión del sistema sanitario nacional de emergencia. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se?aló que muchas de las medidas implementadas por China se están convirtiendo en una nueva referencia en materia de respuestas ante una epidemia. Entretanto, las acciones emprendidas por China también han recibido muestras de solidaridad y apoyo por parte de líderes políticos, organizaciones internacionales,expertos y académicos de todo el mundo. Juntos podremos finalmente superar la epidemia.

16 de febrero de 2020. el sexto equipo médico de guizhou hace un juramento antes de partir hacia la ciudad de ezhou, provincia de Hubei. Cnsphoto